Feel. Love. Thinking. Of., es un álbum difícil de evaluar, pues las canciones buenas lo son en extremo y las que no, pasan desapercibidas para cobrar sentido más tarde a través de la repetición, empujando del pedestal a las que ya eran buenas y así crea un círculo. Como una serpiente que se muerde la cola, el disco se encasilla y se torna imprescindible.
Su segunda producción en forma es mucho más visionaria y relevante que su álbum debut “High Expectations / Low Results.” (2005). Se replantearon en un escenario musical distinto, donde fusionaron sus bases shoegazer en el “open minded” electro; una transición agigantada, como el paso de Joy Division a New Order. Faunts entra con el pie derecho de nuevo a la escena. La banda no sólo se tomó el tiempo para renovar su sonido, renovó alineación. Antes banda de tres hermanos Batke; Tim, Steven, y Rob, ahora de cinco integrantes, con el baterista Paul Arnusch y el bajista Scott Gallant, generan melancólicas melodías robóticas y frías como sus orígenes en Edmonton, Alberta.
FauntsFaunts intriga musicalmente, cada uno de los tracks es totalmente distinto, como si se tratara de bandas diferentes, pues los tres hermanos cantan en solitario y simultaneo, cada uno con su propio estilo. Synths claramente influenciados por los pioneros Depeche Mode, The Cure, New Order, (sin entrar en clichés) sin sonar por ende “retro”, más bien con tintes introspectivos, con toques de synthpop, downtempo, indierock, que los ubica perfecto en el contexto de música contemporánea, ahí dónde se encuentran algunos virtuosos como M83, Junior Boys o Explosions in the Sky.
Es un álbum lleno de matices, que destellan en rombos multicolores; melancólicos electrobeats, dirty clap pads, vintage synths que se encuentran de golpe con guitarras shoegazeras distorsionadas, logrando una penosa armonía, en la homónima del disco “Feel. Love. Thinking. Of.”, la que se encarga de abrir y una de las mejores cartas para entrarle de lleno a Faunts.
Faunts
Feel. Love. Thinking. Of.
¨It Hurts Me All The Time¨, la más “early the Cure”, la que de hecho podría ser una orgullosa hijastra de “Love Song” (The Cure Disintegration in 1989), una canción pensada para la oleada contemporánea que baila sobre la tumba de New Order. Si casi has llegado al final y no estas convencido, si no había suficientes pruebas para aplaudir, llega "I Think I'll Start A Fire " resonando en los oidos con un ritmo dance-ballad a la M83, remitiendo a la acogedora voz de Neil Francis Tennant (Pet Shop Boys), pero ahogada en layers de reverbs, pianitos new wavers y guitarras wah wah, pura melancolía bailable. Le continua la full lenght de casi 8 minutos "Alarmed/Lights", una bizarra fusión de guitarras con sentimientos post-rock a la Exlosions in the Sky, la elegancia de los synths a la Junior Boys, y la caótica pero asombrosa bateria a la Benjamin Weikel (The Helio Séquense).
Si bien este album no es perfecto, y muy probablemente en 3 meses se olvide por un tiempo, esperando el momento para ser escuchado, para volverte a atrapar en su melancolía; así, cumpliendo el ciclo, como una serpiente que se muerde la cola, el disco se encasilla y se torna imprescindible.
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