Despues de varias semanas de estar viviendo la desesperante "lack of albums", decidí revivir un excelente flashback del 2007, un comprimido bailable lleno de recuerdos retro-futuristas basados en una yuxtaposición de íconos weirdos e imagenes que nos hacen recordar los ochentas.Desde la fría Finlandia, un grupo de electro escandinavos dicidieron revivir la escena "Disco", pero no al estilo de Blondie con bikini y patines, si no más apuntando hacia el moderno dirty italo disco que sigue en boga. Un material que inevitablemente enciende un proyector 16mm y antepone diapositivas coloridas sin sentido.
Pareciera que es un cassette encontrado en una "Caribe" color azul metálico abandonada en el garage del lider de los Cobra Kai, ese auto que tantas bully-persecuciones hizo a débiles estudiantes de karate, además de ser el inspirador de fiestas cuatro ruedas junkies y hardcore que nunca vimos en la edición final. Sonidos de fiesta highschool con sintetizadores sabor Trapper Keeper, pianos fosfo de pads interminables uno sobre otro de la mano de lyrics inspiradas en pop andrógino. Stevie Wonder debe estar orgulloso de sus pseudo-desquiciados-hijos que, bajo disfraces de calavera y sustancias psicotrópicas, golpearon con beats gruesos a cuanto Daniel San apareciera en su camino.
Un disco con tracks variantes preparado para encender discoballs, ready to rumble para fiestas privadas llenas de excesos, dólares, fancy ladies y diamantes, nada que ver con la ideología Miyagi. Ideal para gente con gusto, tan sexy como su propio título y la inolvidable guapa Ali Mills.
"Elizabeth shue make my dreams come true"
1 comentario:
Excelente publicación chent.
Xoxo
Vanessa
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